Si estás enfrentando una acusación penal en Chile, necesitas a alguien que se haga cargo. Con experiencia, con criterio y con el compromiso de estar ahí cuando más lo necesitas.
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casos
defendidos
95%
clientes
satisfechos
+20
años de
experiencia
Estás siendo investigado o acusado de haber cometido un delito. Probablemente económico. Y por primera vez en tu vida, te ves envuelto en un proceso penal que no controlas. Te citaron a declarar, te llegó una notificación o empezaste a escuchar comentarios inquietantes. Y aparece el miedo. Porque sabes que, en el mejor de los casos, esto te va a costar tiempo, dinero y prestigio. Y en el peor... podrías perder tu libertad.
No importa si eres culpable, inocente o si simplemente cometiste un error sin querer: lo que está en juego es demasiado importante como para dejar tu defensa en manos de cualquiera.
En Chile, conseguir una defensa penal de calidad no es fácil. Hay muchos abogados que se presentan como expertos, pero pocos que realmente tienen la experiencia y el criterio necesarios para defenderte como corresponde. La mayoría trabaja con equipos junior, delega tareas críticas y aparece solo para la foto. Otros, derechamente, resuelven los casos por fuera del sistema, poniendo en riesgo tu integridad y exponiéndote aún más.
Por otro lado, contratar a un penalista serio —que no te derive, que se haga cargo personalmente y que esté realmente disponible— parece un lujo reservado para unos pocos. El resultado es que muchas personas terminan mal defendidas, mal asesoradas o derechamente abandonadas en momentos clave. Y en el mundo penal, no hay margen para segundas oportunidades.
Si estás enfrentando una acusación, necesitas a alguien que se haga cargo de verdad.
Atención directa
Desde la primera reunión hasta el cierre del caso, hablas siempre conmigo. Yo tomo las decisiones, yo voy a las audiencias, yo te defiendo.
Seriedad y dedicación
Cada caso requiere análisis, preparación y criterio. No improviso. Diseñamos una estrategia y la ejecutamos con rigor.
Transparencia total
La verdad es el fundamento de la justicia. Ofrezco compromiso real, ética profesional y una defensa seria y transparente, como debería ser siempre.
Llevo casi 20 años defendiendo a personas acusadas de delitos penales, especialmente delitos económicos. Me formé como abogado en la Universidad Católica de Chile, trabajé más de una década en estudios reconocidos y desde hace años decidí ejercer de forma independiente para poder ofrecer lo que muchos prometen, pero pocos cumplen: un servicio legal realmente personalizado.
He representado a ejecutivos, empresarios, profesionales y personas comunes que, por distintos motivos, enfrentaron una acusación penal. Algunos casos han sido mediáticos, otros muy discretos. Todos, igual de importantes.
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Necesito conocer la historia completa. Sin filtros, sin adornos. La verdad es clave para poder ayudarte.
Trabajamos en equipo
Revisamos la carpeta, diseñamos una estrategia personalizada y enfrentamos el proceso juntos.
Algunas historias que pueden darte tranquilidad
"Estuve formalizado por un delito económico que no cometí. Ignacio tomó el caso, revisó todo en detalle y logró que se cerrara antes de llegar a juicio. Siempre disponible, claro y directo."
"Lo que más valoré fue su honestidad. Nunca me prometió lo imposible, pero cumplió todo lo que dijo. En un momento difícil, fue un verdadero respaldo."
"Ya había pasado por otro abogado que no movió un dedo. Ignacio se hizo cargo de inmediato, armó una estrategia clara y logramos un acuerdo favorable. Fue un alivio total."
Si te quedan dudas, quizás encuentres la respuesta aquí
Depende del caso. No cobro por hora ni por llamados: evalúo el trabajo completo que implica tu defensa y te presento una propuesta clara. Si estás de acuerdo, avanzamos. Si no, lo entiendo.
Yo me encargo de todo. No delego en abogados junior ni asistentes. Cada cliente tiene contacto directo conmigo y soy yo quien va a las audiencias y lleva el caso. En algunos casos, y de ser necesario, puedo trabajar en sociedad con colegas que potencien el caso, pero siempre presente y al corriente de todo.
Simple: no puedo defenderte bien. El secreto profesional existe justamente para que puedas contarme todo sin miedo. Necesito conocer toda la historia para hacer bien mi trabajo.
El Código de Ética Profesional del Colegio de Abogados de Chile establece que el abogado debe guardar secreto de toda la información que le confíe el cliente en el ejercicio de su profesión. Esto aplica incluso si el cliente no termina contratando al abogado o si decide no seguir adelante con la consulta.
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